viernes, 1 de octubre de 2010

COMO ELABORAR UNA MERMELADA CASERA


El color, aroma y sabor, así como sus sanas propiedades, hacen de la fruta un alimento irresistible. Sin embargo, muy a menudo, se estropean y no queda más remedio que  de ellas. Una buena alternativa para conservarlas y degustarlas, es en forma de mermeladas, una preparación que perdura bastante tiempo inalterable. La fórmula es sencilla: una mezcla de fruta cocida y azúcar.

La elección y preparación

El primer paso es elegir el tipo de fruta, preferentemente, fresca., no hay más limitaciones que nuestros gustos: desde las más típicas de melocotón,fresa o ciruela pasando por los cítricos, frutos secos o las hortalizas como tomates, zanahorias o cebolla. Lo mejor para preparar la mermelada es que la fruta esté madura, no muy blanda, y con color y aroma fuertes, que son indicativos del buen sabor. 

La fruta seleccionada se pela, se retiran los huesos o pepitas y se trocea. Conviene, también, triturar la pulpa ligeramente para que espese mejor. Luego, se deja macerar en la misma cantidad de azúcar  para que suelte jugo. Es adecuado añadir un chorrito de limón para prevenir la oxidación.

La cocción y conservación

A continuación, se pone a hervir. Realizar correctamente la cocción es fundamental para lograr una buena mermelada. El tiempo en el fuego dependerá de la cantidad de agua que contenga la fruta, así como el nivel de pecticina. A más agua, más tiempo, ya que se tiene que evaporar para que espese la mermelada y, a más peticina, menos, puesto que ese componente es espesante. 
Para la conservación en frascos de cristal de las mermeladas , primero deben esterilizarse los recipientes de cristal, hirviéndolos. A continuación, se vierte la mermelada en ellos, se cierran bien y se calientan al baño María  unos 20 minutos para conseguir el sellado hermético. De esta forma, las mermeladas pueden durarnos mucho tiempo.

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